Preguntas frecuentes
En esta sección respondemos algunas de las cuestiones de mayor importancia y te ayudamos a entender por qué Calma puede hacerte bien.
En esta sección respondemos algunas de las cuestiones de mayor importancia y te ayudamos a entender por qué Calma puede hacerte bien.
Calma es una aplicación diseñada para la prevención y el manejo de crisis emocionales con o sin ideas de suicidio en adolescentes y jóvenes. Se basa en herramientas de la Terapia Dialéctico Comportamental (DBT), programa de psicoterapia que demostró ser efectivo en la disminución de la conducta autolesiva.
Además de atravesar la crisis, Calma apunta a reducir la vulnerabilidad que predispone a sufrir nuevas crisis. También le facilita al usuario las direcciones de centros asistenciales cercanos y números telefónicos a los que puede acceder en el momento de la crisis.
Calma está pensada para ser utilizada como herramienta en el marco de un tratamiento de Salud Mental, pero de ninguna manera reemplaza la atención psicológica o psiquiátrica de un profesional. Toda la información del usuario es anónima y cumple con los estándares de seguridad. Calma fue diseñada por un grupo de médicos investigadores expertos en el área de la conducta autolesiva o suicida, y las intervenciones que se emplean están respaldadas por evidencia científica para el manejo de este tipo de conductas.
La Terapia Dialéctico Comportamental (DBT) es una terapia derivada de la Terapia Cognitivo-Conductual, y forma parte de las llamadas terapias de “tercera generación”, “tercera ola” o terapias contextuales. Fue diseñada para el tratamiento de personas con conductas autolesivas y/o suicidas y conductas instrumentales no suicidas (parasuicidas), ampliando luego sus indicaciones para otros problemas de salud mental.
Dentro de las estrategias de DBT se encuentra el entrenamiento en habilidades. Partiendo de la premisa de que una persona en crisis presenta una dificultad en resolver los problemas, las herramientas a utilizar en Calma están basadas en las habilidades DBT, en particular, en habilidades de la regulación emocional. Calma no reemplaza la psicoterapia individual ni un programa de tratamiento DBT, sino que es un complemento tanto en personas que están en tratamiento, como en personas que aún no han accedido a un programa DBT o a un tratamiento particular, pudiendo ser la puerta de entrada a un tratamiento o al sistema de salud.
Calma ofrece estrategias de REGULACIÓN EMOCIONAL, sobre todo de TOLERANCIA AL MALESTAR. Las estrategias de TOLERANCIA AL MALESTAR sirven para manejar la crisis. La mayoría de los tratamientos en salud mental están orientados a cambiar los eventos que generan malestar. El dolor y el malestar son parte de la vida, a veces no pueden ser evitados o eliminados por completo. La incapacidad de aceptar este hecho aumenta el sufrimiento (convirtiéndola en una paradoja). En ocasiones, tiene mejores resultados aceptar la realidad y tolerarla, que rechazarla y no tolerarla.
Por otro lado, tolerar ese malestar es el primer paso para cualquier intento de cambio de uno mismo. Las habilidades de REGULACIÓN EMOCIONAL son habilidades para identificar estados emocionales sin intentar cambiarlos, sin querer que sean diferentes. Las situaciones dolorosas no siempre pueden ser procesadas; muchas veces no nos encontramos en el momento o en las condiciones adecuadas para resolverlos. A veces, las soluciones temporales son adecuadas. Ante una crisis emocional existen dos opciones: o resolver el problema en ese momento (Resolución de problemas), o atravesar la crisis (Regular la emoción o tolerarla). La mayor parte del tiempo, vivimos tolerando el dolor y no resolviendo los problemas. Calma se focaliza en superar la crisis sin empeorar las cosas.
Porque es una de las principales causas de muerte a nivel mundial. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que cada año se suicidan aproximadamente 800.000 personas en el mundo y que para el año 2020, el número de defunciones por esta causa crecerá un 50%. En la Argentina, las últimas estadísticas muestran que anualmente se suicidan más 3000 personas por año. Para dimensionarlo, las muertes por suicidios en nuestro país duplican a las muertes por homicidios. Por todo esto, es muy importante ocuparse de este problema de salud.
Porque es un grupo en el que la cantidad de suicidios se ha incrementado significativamente en los últimos 15 años en Argentina. En 2014, casi un tercio de las personas que murieron por suicidio correspondieron al grupo de entre 15 y 24 años. En este grupo, el suicidio representa la segunda causa de muerte más frecuente.
Son varios los motivos. En primer lugar, se necesitan métodos de intervención rápidos para la asistencia durante el proceso suicida (paso de la idea a la conducta suicida) ya que para la mayoría de las personas este proceso dura 10 minutos o menos. Por otro lado, la alta penetrancia de los smartphones en adolescentes y jóvenes en Argentina asegura una plataforma accesible para hacer llegar la intervención a esta población. Por otro lado, asegurar la disponibilidad de intervenciones basadas en la evidencia universaliza el acceso a todos los adolescentes y jóvenes en Argentina, sin distinción social.
Mejorar la accesibilidad es fundamental, teniendo en cuenta que, si bien prácticamente en todas las provincias de Argentina las defunciones por suicidio en la adolescencia están en aumento, las que presentan mayores tasas son Neuquén, Chubut, Santa Cruz, Tierra del Fuego, Salta y Jujuy, donde el número de profesionales de Salud Mental es menor que en la CABA o en la provincia de Buenos Aires.
En general, las crisis suicidas no tienen una sola causa, sino son el resultado de varios factores estresantes que superan tus habilidades para resolver algunos problemas. En muchos casos, su aparición se asocia a condiciones como depresión, ansiedad y problemas de sustancias, que suelen no estar diagnosticados o tratados. Es importante tener en cuenta que la mayoría de las personas que reciben asistencia para estas condiciones de salud mental llevan vidas satisfactorias. El hecho de que ahora estés atravesando una crisis suicida no implica que seas malo, ni que estés loco, ni que seas débil. Estas crisis aparecen cuando sentís más dolor y sufrimiento del que podes manejar en ese momento. Hay herramientas y tratamiento para este problema; Calma es una aplicación que está diseñada para ser una parte de ese tratamiento.
Algo a tener en cuenta cuando te preocupa que una persona esté atravesando una crisis suicida son los cambios en su comportamiento o la presencia de comportamientos completamente nuevos. Esto es más preocupante cuando surge luego de un evento traumático, una pérdida o un evento doloroso. La mayoría de las personas que están atravesando una crisis suicida presentan señales de advertencia o de alarma, ya sea a través de lo que dicen o de lo que hacen.
Algunos cambios en la conducta que deben llamar la atención son el aumento del uso de alcohol o drogas, las acciones imprudentes, el abandono de las actividades que hacía frecuentemente, el aislamiento de la familia y los amigos, las alteraciones en el sueño (dormir demasiado o demasiado poco), visitar o llamar a la gente a modo de despedida, entregar sus posesiones preciadas como regalo de despedida, autoagresiones, búsqueda de materiales o medios para suicidarse. A veces las personas que están travesando una crisis suicida pueden decir que se sienten una carga para los demás, se sienten atrapados, que experimentan un dolor insoportable y que no tienen una razón de vivir.
En primer lugar, toma a la persona en serio. Acompáñala/o a un servicio de emergencia de Salud Mental donde pueda ser asistida. Ayudá a que elimine los medios letales que estén a su disposición.